Amarillo

En las últimas temporadas nos hemos pintado las uñas de todos los colores posibles e imposibles: azul noche, azul navy, azul cielo, negro mate, negro con purpurina o negro metalizado, rojo oscuro, verde manzana, coral, rosa tierno y beige topo.

... Este verano, le ha llegado el turno al amarillo.

Un color alegre, llamativo, y si lo dosificas a pequeñas pinceladas en los complementos, muy elegante.

Este coqueto clutch fue una de mis compras tardías de primavera: es amarillo, tiene boquilla metálica y un falso charol brillante, tres poderosas armas para enamorar. Era el complemento perfecto para mi vaporoso vestido de gasa negra con mil corazones ácidos estampados...

El fotomontaje es obra de mi amigo Lord Scutum...

Parece salido de las manos de Ágata Ruiz de la Prada... pero en realidad está firmado por Ginger & Soul, y lo encontré en mi tienda favorita de Madrid, Azul de mar, que vende colgantes en forma de galleta. Me costó tan solo 39 euros. Es fresco pero arreglado, ideal para una boda matutina... o para una cena de trabajo.

El vestido pedía a gritos un bolso amarill0 y unas uñas cítricas que sólo podían tener un nombre: ¡Mimosa! La nueva edición limitada de Chanel, un esmalte amarillo claro pero radiante, llamativo, con chispas doradas diminutas y un precio de 22 euros. Decidí buscar mi propio esmalte amarillo.

Encontré un clon barato y resultón en la edición limitada Blossom etc de Essence. Me gustan los esmaltes de Essence porque son sólidos, algo densos y no se lascan con facilidad. My yellow fellow: 2,49 euros me costó y es un amarillo ácido y dulce al mismo tiempo, entre pastel y limón, quizás algo más apagado que el Mimosa de Chanel pero igual de alegre. Queda mejor aplicando una sola capa, ya que tiende a hacer "aguas" si te excedes con él. Y, jugando al color block tan de moda, lo mejor es combinar esta laca amarilla con unos ojos turquesas, el color del verano. Sombras turquesas hay en el mercado a millares, aunque ninguna tan brillante, soleada y especial como la Painkiller de Urban Decay o el tono 262 de Art Deco. Otra gran alternativa es la sombra 504 DS de Inglot, un turquesa intenso, rabioso, que Adriana me envió en este impecable dúo y que puede protagonizar un look mojado mezclando en ella una gota de iluminador Copacabana. El complemento perfecto del amarillo limón

El anillo ha sido otro de los regalos de feliz feliz no cumpleaños que he recibido en estos días: no pretendo combinarlo con el vestido de Ginger & soul porque ambos son potentes, son dos alternativas.

¿Os gusta el amarillo? ¡A mí me trae buena suerte!