Pura, limpia, ¡inmaculada!
LLevo unas dos semanas lavando mi cara todas las noches con este jabón artesanal de aloe vera que me vendió Luisa, de Gea, diciéndome que era de lo mejorcito. Como casi siempre, acertó a la primera, dio en la diana. Esta cajita blanca de cartón estampada con letras en un brillante verde clorofila se ha convertido en la respuesta a una congoja existencial que yo venía arrastrando. Os lo cuento.
El jabón ha sido para mí, durante mucho tiempo, un cosmético prohibido y anhelado. Siento una atracción casi invencible por las comunes pastillas de jabón. Me fascinan, me hacen soñar. Me llevan de la mano a un mundo deliciosamente retro donde imperan los aires de "tocador de la abuela": perfumes en centelleante cristal de bohemia, polvos de talco... Y, bajando al planeta tierra, enfrentarme a una pastilla de jabón por la noche es mucho más fácil y rápido si me ataca de repente la pereza cosmética. Pero por mi tipo de piel no puedo permitirme usar cualquier producto, por mucho que lo desee. Y tampoco es bueno abusar del agua.
Pero el dilema por fin se resolvió. Esta delicada y untuosa pastilla está firmada por la casa "Prisma natural" y contiene tres ingredientes naturales: pulpa fresca de aloe vera, aceite de oliva y aceite de coco. No reseca, no irrita la piel. La limpia de un modo mágico, la deja sin mancha. Huele a limpio, a fresco. A sábanas nuevas en una cama recién planchada. Y no escuece en los ojos. A mí me costó tres euros con veinte céntimos, cien gramos. Lush y Korres tienen precios más altos por cantidades y calidades algo más pequeñas.
Si tu piel es seca y sensible pero te derrites por la espuma, aquí tienes la solución.
Pero qué genial eres para todo. Solo a tí se te ocurre tal día como hoy un post con ese arte. Tomo nota del prisma. BESOS!
ResponderEliminarComo me gusta mucho limpiarme la cara con agua, este jabón ya está en mi lista!
ResponderEliminarUn beso!
no soy capaz de limpiarme la cara con jabon, odio pasarme mucho rato quitandomelo de la cara.
ResponderEliminarhttp://lasverdadesdeunespejo.blogspot.com/
Increible el post, por un jabón "especial" casí formas una obra de arte literaria.
ResponderEliminarYo tampoco puedo lavarme la cara con jabón, es imposible.
Besos.
Me añadop el enlace a mis tiendas favoritas.
ResponderEliminarSólo hay que buscar un poco y encontrar productos más naturales, más baratos, y más cercanos.
Un beso y gracias por descubrirnos este jabón tan especial.
A mí me PIRRAN los jabones en pastilla. De hecho, este sábado me compré uno de miel, jalea real y no sé qué mil cosas naturales más. El señor que los hace me dijo que se podía usar para la cara, pero no me fío...
ResponderEliminarPara mí también sería muy cómodo tener una pastilla sólo para la cara, así que creo que le voy a echar un vistazo a la web :)
¡Gracias por la información, Adaldrida!
¡Besos!
p.d.: por cierto, hace como un mes, cuando celebrabas el primer cumpleaños del contador de visitas de tu blog, me nombraste diciendo que te había enseñado a vestir de rocanrol el maquillaje. Me sentí muy emocionada y halagada y no te di las gracias... Así que ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS! No sabes cómo me alegra servir de algo a otras personas. Yo, precisamente yo :)
¡Más besos!
Con esa formulación... imposible no pirrarse por semejante pastilla de jabón! Debe ser una delicia!
ResponderEliminarBesos
Los jabones son malos para la piel. Todos. Aunque t ponga que es artesano y que tiene aloe vera, Hay que usar leche limpiadora y tónico, y dejarse de gaitas.
ResponderEliminarEso sí,. el post muy bonito, como siempre. Te igo.
Anónimo: ¡no tiene por qué! Piensa en el famoso jabón en pastilla de Clinique...
ResponderEliminar¿El coco es la autora, no?, ¿por qué no contesta sin más? (es pregunta de verdad, no se me malinterprete)
ResponderEliminarAnónimo: perdona que haya tardado en publicarte: estuve día y medio sin internet. Respecto a que el Coco sea yo, tú mismo: yo puedo negarlo, y lo niego, pero tú siempre tendrás la sospecha.
ResponderEliminarGracias por leer y comentar.
A mi me conquistó también!
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