Jugando con fuego
No podéis perderos el Beauty book que ha realizado la revista Elle para este mes de noviembre: arte y sabiduría en cada página.
Leyéndolo comprendo por qué, en cuestión de maquillaje, la moda no será nunca una tiranía. Conviven a modo de constelación o caleidoscopio tendencias antagónicas: a los eternos labios rojos les sucede la boca beige brillante, al trazo ahumado el extremo rabillo tipo Sara Montiel, al rostro pálido el ligero bronceado invernal. Y sin embargo todo pervive, ampliado y difuminado al mismo tiempo. No se equivocan las revistas, no pecan de incoherencia: es la moda que acepta sus vaivenes, que capta la volubilidad opulenta de cada mujer. En cada nueva temporada se imponen unas pocas reglas: pocas pero rotundas, son el sello del invierno que vivimos.
Ahora le toca el turno a las cejas salvajes, (¡al fin!), a la piel con efecto desnudo (de nuevo) y... ¡ a las sombras color llama encendida! el dorado, el cobre, el naranja, inundan los ojos en delineados de inspiración arty, en un doble juego bicolor. Leyéndolo me inundaron unas ganas enormes de probarlo, de jugar con fuego... y salió esto:
Siempre me atrajo el naranja encendido para colorear mis párpados, pero pronto aprendí que si lo depositaba a ras de pestañas me hacía parecer la mirada enferma. Por eso he llenado de luz el párpado móvil, dibujándolo con el jumbo Milk de Nyx: un lápiz cremoso y muy blanco, blanco puro, que luego difuminé con brocha.
Dejé limpias las líneas que suelen marcarse siempre, y en cambio me permití una enorme onda gatuna con un naranja dorado, alegre y sólido, y un pincel ancho y plano. Partí del lagrimal, ocupé toda la cuenca del ojo y llegué a tocar el extremo esterior de la ceja. Una ceja salvaje, como manda la moda: es decir, sin depilar y casi sin peinar. Pero me permití fijarla con un poco de brillo transparente, el mío de Mac, que contiene mini partículas de glitter plateado. Ha sido un gran descubrimiento: la ceja se viste de fiesta sin dolor alguno y sin renunciar al espíritu ochentero, encarnado por Brook Shields.
El look se apoya en un rubor único: el llamativo, el versátil, el vitamínico Taj Mahal de Nars, que dominó párpados, mejillas e incluso labios. En el pómulo lo mezclé con la crema iluminadora de Eyeko, sobre mi nuevo maquillaje de Max Factor; y cuando todo parecía pulido, terminado y perfecto salpiqué la parte redonda del pómulo con el sobrante de la brocha para ojos.
Preparé en la boca una base de luz con el Shimmer Pan Stick de Max Factor, coloreé luego los labios con el mismo pincel y el mismo producto naranja, y por último cubrí el centro con un poco de vaselina y toda la superficie con brillo transparente. Y supe que tenía razón el señor Nars cuando creó su barra Multiple: con un solo color podemos dar vida a nuestro rostro.
Leyéndolo comprendo por qué, en cuestión de maquillaje, la moda no será nunca una tiranía. Conviven a modo de constelación o caleidoscopio tendencias antagónicas: a los eternos labios rojos les sucede la boca beige brillante, al trazo ahumado el extremo rabillo tipo Sara Montiel, al rostro pálido el ligero bronceado invernal. Y sin embargo todo pervive, ampliado y difuminado al mismo tiempo. No se equivocan las revistas, no pecan de incoherencia: es la moda que acepta sus vaivenes, que capta la volubilidad opulenta de cada mujer. En cada nueva temporada se imponen unas pocas reglas: pocas pero rotundas, son el sello del invierno que vivimos.
Ahora le toca el turno a las cejas salvajes, (¡al fin!), a la piel con efecto desnudo (de nuevo) y... ¡ a las sombras color llama encendida! el dorado, el cobre, el naranja, inundan los ojos en delineados de inspiración arty, en un doble juego bicolor. Leyéndolo me inundaron unas ganas enormes de probarlo, de jugar con fuego... y salió esto:
¡Tengo fuego en las... pestañas! |
Siempre me atrajo el naranja encendido para colorear mis párpados, pero pronto aprendí que si lo depositaba a ras de pestañas me hacía parecer la mirada enferma. Por eso he llenado de luz el párpado móvil, dibujándolo con el jumbo Milk de Nyx: un lápiz cremoso y muy blanco, blanco puro, que luego difuminé con brocha.
Dejé limpias las líneas que suelen marcarse siempre, y en cambio me permití una enorme onda gatuna con un naranja dorado, alegre y sólido, y un pincel ancho y plano. Partí del lagrimal, ocupé toda la cuenca del ojo y llegué a tocar el extremo esterior de la ceja. Una ceja salvaje, como manda la moda: es decir, sin depilar y casi sin peinar. Pero me permití fijarla con un poco de brillo transparente, el mío de Mac, que contiene mini partículas de glitter plateado. Ha sido un gran descubrimiento: la ceja se viste de fiesta sin dolor alguno y sin renunciar al espíritu ochentero, encarnado por Brook Shields.
El look se apoya en un rubor único: el llamativo, el versátil, el vitamínico Taj Mahal de Nars, que dominó párpados, mejillas e incluso labios. En el pómulo lo mezclé con la crema iluminadora de Eyeko, sobre mi nuevo maquillaje de Max Factor; y cuando todo parecía pulido, terminado y perfecto salpiqué la parte redonda del pómulo con el sobrante de la brocha para ojos.
Preparé en la boca una base de luz con el Shimmer Pan Stick de Max Factor, coloreé luego los labios con el mismo pincel y el mismo producto naranja, y por último cubrí el centro con un poco de vaselina y toda la superficie con brillo transparente. Y supe que tenía razón el señor Nars cuando creó su barra Multiple: con un solo color podemos dar vida a nuestro rostro.
El colorete me encantaaaaaaa!! ^^
ResponderEliminarlinda nota, lindo blog. Besos y te espero por el mio
ResponderEliminarA mi también me llamó la atención!! Desde luego ese naranja es precioso! Besos!
ResponderEliminarSí, sí, en primavera nos dicen que decoloremos (o si te descuidas, que nos quitemos) las cejas y ahora salvajes. Sí, muy coherente lo veo.
ResponderEliminarMás que tendencias, deberían separar entre "lo que ya está y sigue en la calle", "lo que proponemos para nueva teporada y aún no está" y "lo que descartamos" (me temo que esta última categoría estaría vacía, porque van haciendo sumatorio)
Besos, guapa!
Conocí el colorete Taj Mahal a traves de tu blog.....y ufff.....me está costando no adquirirlo. Por cierto, me encanta leerte diariamente, como te expresas, como describes las cosas, es una evasión diaria. Mil gracias =)
ResponderEliminarQué pena que no hayas puesto una foto de la cara entera para ver cómo quedaba todo el conjunto.
ResponderEliminarEstoy deseando acercarme a alguna perfumería y probar el maquillaje de Max Factor del que hablaste en el post anterior, promete!!
Caramelo de Pomelo
Querida Adaldrida: ¡Qué look tan lindo!... Los naranjas siempre me han fascinado y a tí te quedan preciosos. Un beso gigante, Claudia
ResponderEliminarAdaldrida,
ResponderEliminarTe traigo una primicia!!!
Si vas a hablar de productos baratitos habrá que darse una vuelta por la tienda de ropa BLANCO y probar sus nuevos productos "beauty" como ellos los llaman: pintalabios y brillos para los labios, sombras, lápices y máscaras para los ojos, colorete/blush para las mejillas y esmaltes para las uñas.
En su web (http://www.blanco.com/?/es/woman/beauty) tienen 4 looks y te enseñan cómo conseguirlos mediante un video.
Los precios van desde 1´99€ de un lapiz de ojos hasta 4´99€ de un pintalabios, barato es, habrá que ver la calidad.
La primera que los pruebe, que diga algo!!!
Un beso a todas
Caramelo de Pomelo
me encanta tu post!!!!!!
ResponderEliminarpor cierto soy una de las quintas finalistasss. gracias por el librooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!! y si me tocaaaaaaa vamos q felicidad!!pero vamos en principio ya me has hecho muy feliz!un besazo!!!!