De uñas otra vez: Garmont
Hoy habría querido hablaros de lo nuevo de Make up for Ever, narraros las proezas de The Body Shop... pero hay una novedad en mi vida cosmética que por ahora eclipsa a las otras novedades: lo mucho que he comenzado a disfrutar cuidando mis manos, que andaban algo desatendidas....
Hace apenas tres semanas caminaba yo por la calle San Eloy de Sevilla, desembocando en el hotel Colón y en la peluquería Koupas donde me suelen cortar el pelo y alegrarlo con unos reflejos soleados cada tres o cuatro meses...
...cuando descubrí una tienda especializada en artículos de belleza profesional: Garmont. Allí venden marcas que siempre tuve por inencontrables en mi ciudad, como Kryolan, Wet´n Wild o Martora, y tienen también marca propia y laboratorio propio, que guarda un auténtico tesoro: la maravillosa crema de manos con alfahidroxiácidos.
Al inicio de Septiembre mis dedos estaban así de descamados, y yo rozaba la desesperación. Mi idea de la manicura entonces era, como comprenderéis, un tono porcelana que pasara muuuuuy desapercibido, o si eso era imposible, unos buenos guantes de piel que cubrieran la vergüenza en la que se habían convertido mis extremidades. Pero la crema de Garmont, que aparte de alfa-hidroxiácidos contiene aceite de oliva, sésamo y almendras dulces, reparó mis manos en menos de treinta días. El bote de 150 mililitros me costó siete euros; es infinitamente más barata que la de L´Occitane, (seis euros por treinta mililitros), aunque bien es verdad que no huele tan maravillosamente bien ni tienen un envase tan retro.
El increíble aroma es el punto fuerte de la mítica crema de L´Ocittane, además de su generoso veinte por cierto de manteca de karité. Huele a vainilla fresca y flores blancas, una combinación femenina y embriagadora... La de Garmont es una crema de apariencia normal y aroma neutro pero muy eficaz a la hora de nutrir y reparar manos, pies y codos. Me encanta. Y ha conseguido que la piel de mis dedos vuelva a ser normal:
También encontré en esta tienda, que para mí era ya como la casita de caramelo para Hansel y Gretel, un expositor de Essence lleno, y, lo que aún es más sorprendente: la colección "Return to paradise" al completo. Me llevé algunas cosas, pero hoy me detendré en el esmalte color verde botella con acabado charol. Es uno de los tonos oscuros más bonitos que he tenido, y permite mil y un juegos. En la misma excursión a la tienda me hice con un top coat con glitter y con una papeleta de adornos para las uñas en forma de florecitas, ambos de Essence, y surgió esto:
Verde botella y charol... con doble ración de brillo y unas manos sanas... ¿se puede pedir algo más?
Hace apenas tres semanas caminaba yo por la calle San Eloy de Sevilla, desembocando en el hotel Colón y en la peluquería Koupas donde me suelen cortar el pelo y alegrarlo con unos reflejos soleados cada tres o cuatro meses...
...cuando descubrí una tienda especializada en artículos de belleza profesional: Garmont. Allí venden marcas que siempre tuve por inencontrables en mi ciudad, como Kryolan, Wet´n Wild o Martora, y tienen también marca propia y laboratorio propio, que guarda un auténtico tesoro: la maravillosa crema de manos con alfahidroxiácidos.
Al inicio de Septiembre mis dedos estaban así de descamados, y yo rozaba la desesperación. Mi idea de la manicura entonces era, como comprenderéis, un tono porcelana que pasara muuuuuy desapercibido, o si eso era imposible, unos buenos guantes de piel que cubrieran la vergüenza en la que se habían convertido mis extremidades. Pero la crema de Garmont, que aparte de alfa-hidroxiácidos contiene aceite de oliva, sésamo y almendras dulces, reparó mis manos en menos de treinta días. El bote de 150 mililitros me costó siete euros; es infinitamente más barata que la de L´Occitane, (seis euros por treinta mililitros), aunque bien es verdad que no huele tan maravillosamente bien ni tienen un envase tan retro.
El increíble aroma es el punto fuerte de la mítica crema de L´Ocittane, además de su generoso veinte por cierto de manteca de karité. Huele a vainilla fresca y flores blancas, una combinación femenina y embriagadora... La de Garmont es una crema de apariencia normal y aroma neutro pero muy eficaz a la hora de nutrir y reparar manos, pies y codos. Me encanta. Y ha conseguido que la piel de mis dedos vuelva a ser normal:
También encontré en esta tienda, que para mí era ya como la casita de caramelo para Hansel y Gretel, un expositor de Essence lleno, y, lo que aún es más sorprendente: la colección "Return to paradise" al completo. Me llevé algunas cosas, pero hoy me detendré en el esmalte color verde botella con acabado charol. Es uno de los tonos oscuros más bonitos que he tenido, y permite mil y un juegos. En la misma excursión a la tienda me hice con un top coat con glitter y con una papeleta de adornos para las uñas en forma de florecitas, ambos de Essence, y surgió esto:
Verde botella y charol... con doble ración de brillo y unas manos sanas... ¿se puede pedir algo más?
Tienes toda la razón y mira qué tonos más originales y bonitos has conseguido! Me quedo con tu última frase, es genial, como siempre. BESOS!
ResponderEliminarYa decía yo que me faltaba un juguete, gracias!
ResponderEliminarCon ese acabado mate sólo he probado un verde agua metalizado que tampoco me gustaba mucho y con el matificador de Claire´s ha quedado espectacular. Nueva vida para nuestras viejas lacas metalizadas que resucitan convertidas en ese rosa empolvado o ese cobre que voy a copiarte en cuando me canse del rojo que llevo ahora.
ResponderEliminarUn besito y un saludo para la dueña de esas manitas.