Taj Sultana: embrujo árabe
Ha llegado a mi casa el primer pedido que hice de esta marca ecológica y artesana.
Se promocionan como "alta cosmética natural", pero por una vez en la vida el adjetivo alta no significa precios desorbitados sino calidad insuperable.
No he hecho ningún estudio exhaustivo, pero por lo visto la lleva una mujer marroquí que reside en España y elabora con sus manitas recetas cosméticas tradicionales de su cultura. Viaja mucho a África para aprovisionarse de las materias primas, 100% naturales: el valioso aceite de argán, el embriagador almizcle, lavanda africana, camomila...
Yo entré a curiosear en la página porque me intrigaba mucho, desde hacía algún tiempo, el tradicional kohl árabe en polvo. Suelo ser un desastre para delinearme los ojos, así que decidí probar con esto. Gracias a Maryland supe que el kohl de Taj Sultana no era negro negrísimo, sino un gris oscuro con reflejos azules y brillos plateados. Es uno de mis tonos favoritos, y fue "lo que me acabó de enamorar".
La fotografía está sacada de la página web , y en la esquina derecha se ve el fantástico envase de madera artesana que tiene el kohl. Es una joyita. Yo no lo uso para el interior del ojo (la llamada water line) porque "mi religión me lo prohíbe". Tengo los ojitos tan sensiblones que hasta este producto que es bactericida y protege al ojo de infecciones me produciría reacción.
Además no soy partidaria de maquillar la water line porque hace dura la mirada y empequeñece los ojos. Si los tienes a prueba de bombas puedes intentar delinear con un lápiz color carne, que agranda e ilumina: yo no me atrevo ni a eso.
El kohl que recibí tiene dos grandes virtudes, además de ese tono tan, taaaan bonito. La primera es que, como está pensado para una zona húmeda del ojo, dura muchísimo. Para desmaquillarlo hay que emplearse a fondo con el aceite de almendras dulces de Deliplús, que por cierto es otro de mis hallazgos: sirve de desmaquillante eficaz y de contorno de ojos, y es suavísimo y hasta ahora no me ha producido grasa... La segunda es que, a pesar de lo duradero que es, se difumina con mucha facilidad. No me gusta trazar una línea perfecta y finita a ras de pestañas, prefiero el misterio de lo emborronado, lo inacabado, lo impreciso. Y con este kohl puedo ahumar mis ojos en un abrir y cerra de ojos.
Me ha llegado también un tónico a base de camomila orgánica y un jabón de lavanda para mi piel sensible. Ambos productos son buenísimos, pero el jabón me ha hechizado. A pesar de ser una coqueta redomada, siempre he soñado con limpiarme la cara con una pastilla de jabón como hacen mi abuela y mi madre, pero por culpa de mi piel problemática nunca lo he podido hacer. Hasta ahora. Esta pastilla de noventa gramos contiene lavanda fresca del Haouz, es espumosa y nada grasienta, y a mi piel le ha sentado como un bálsamo. No quiere esto decir que vaya yo a abandonar mi adorada Loción Cetaphil, la mejor y más suave limpiadora facial del mundo. Por las noches la seguiré utilizando junto a la esponja de celulosa que deja mi cara reluciente. Pero en las mañanas noto que necesito una limpieza más ligera y refrescante, y la esponja me resulta demasiado agresiva. El jabón de lavanda va a ser mi particular vía media entre el todo y la nada. Estoy encantada con mis nuevos descubrimientos.
Y si era bueno lo que habéis leido hasta ahora, lo mejor viene al leer los precios en la página: el kohl cuesta seis euros, el tónico otros seis y el jabón tres euros con cincuenta. Ni siquiera la también alta cosmética natural de Carla Royo Villanova es así de generosa...
Se promocionan como "alta cosmética natural", pero por una vez en la vida el adjetivo alta no significa precios desorbitados sino calidad insuperable.
No he hecho ningún estudio exhaustivo, pero por lo visto la lleva una mujer marroquí que reside en España y elabora con sus manitas recetas cosméticas tradicionales de su cultura. Viaja mucho a África para aprovisionarse de las materias primas, 100% naturales: el valioso aceite de argán, el embriagador almizcle, lavanda africana, camomila...
Yo entré a curiosear en la página porque me intrigaba mucho, desde hacía algún tiempo, el tradicional kohl árabe en polvo. Suelo ser un desastre para delinearme los ojos, así que decidí probar con esto. Gracias a Maryland supe que el kohl de Taj Sultana no era negro negrísimo, sino un gris oscuro con reflejos azules y brillos plateados. Es uno de mis tonos favoritos, y fue "lo que me acabó de enamorar".
La fotografía está sacada de la página web , y en la esquina derecha se ve el fantástico envase de madera artesana que tiene el kohl. Es una joyita. Yo no lo uso para el interior del ojo (la llamada water line) porque "mi religión me lo prohíbe". Tengo los ojitos tan sensiblones que hasta este producto que es bactericida y protege al ojo de infecciones me produciría reacción.
Además no soy partidaria de maquillar la water line porque hace dura la mirada y empequeñece los ojos. Si los tienes a prueba de bombas puedes intentar delinear con un lápiz color carne, que agranda e ilumina: yo no me atrevo ni a eso.
El kohl que recibí tiene dos grandes virtudes, además de ese tono tan, taaaan bonito. La primera es que, como está pensado para una zona húmeda del ojo, dura muchísimo. Para desmaquillarlo hay que emplearse a fondo con el aceite de almendras dulces de Deliplús, que por cierto es otro de mis hallazgos: sirve de desmaquillante eficaz y de contorno de ojos, y es suavísimo y hasta ahora no me ha producido grasa... La segunda es que, a pesar de lo duradero que es, se difumina con mucha facilidad. No me gusta trazar una línea perfecta y finita a ras de pestañas, prefiero el misterio de lo emborronado, lo inacabado, lo impreciso. Y con este kohl puedo ahumar mis ojos en un abrir y cerra de ojos.
Me ha llegado también un tónico a base de camomila orgánica y un jabón de lavanda para mi piel sensible. Ambos productos son buenísimos, pero el jabón me ha hechizado. A pesar de ser una coqueta redomada, siempre he soñado con limpiarme la cara con una pastilla de jabón como hacen mi abuela y mi madre, pero por culpa de mi piel problemática nunca lo he podido hacer. Hasta ahora. Esta pastilla de noventa gramos contiene lavanda fresca del Haouz, es espumosa y nada grasienta, y a mi piel le ha sentado como un bálsamo. No quiere esto decir que vaya yo a abandonar mi adorada Loción Cetaphil, la mejor y más suave limpiadora facial del mundo. Por las noches la seguiré utilizando junto a la esponja de celulosa que deja mi cara reluciente. Pero en las mañanas noto que necesito una limpieza más ligera y refrescante, y la esponja me resulta demasiado agresiva. El jabón de lavanda va a ser mi particular vía media entre el todo y la nada. Estoy encantada con mis nuevos descubrimientos.
Y si era bueno lo que habéis leido hasta ahora, lo mejor viene al leer los precios en la página: el kohl cuesta seis euros, el tónico otros seis y el jabón tres euros con cincuenta. Ni siquiera la también alta cosmética natural de Carla Royo Villanova es así de generosa...
no lo conocía, pero creo que me has creado otra necesidad jajajaja!
ResponderEliminarGracias!
Yo acabo de pedir el khol... y a este paso; como me salga bien; me veo con medio catalogo en casa
ResponderEliminarYo he hecho un pedido hoy, sabeis cuanto tarda mas o menos en llegar??Estoy ansiosa....
ResponderEliminarUnos cinco días me tardó a mí, Eli. ¿Qué has pedido?
ResponderEliminarHola!! He pedido el khol negro, una pastillita de jabon de Ghassoul, el guante negro y el jabon Beldi. A ver que tal, tengo ganitas de que llegue. Lo pedi el domingo...asi que supongo que para principios de la semana que viene lo tendre por aqui. Ya contare!
ResponderEliminarMMM, Me tienta!!
ResponderEliminarDe momento no puedo porque las baldas del baño están en "alerta máxima". La uno y la dos amenazan con invadir la tres (la de mi marido) que si bien aguanta estoicamente y como prueba de amor fiel las incursiones del desmaquillante junto con la espuma de afeitar sin decir ni "mu" no he de tentar a la suerte.
Reflexiono con tanta frecuencia sobre la distribución anárquica de los botecitos (un montón de ellos) y su relación con el amor en el matrimonio que algún día he pensado en escribirles un posts, aunque si supiera se merecerían un poema "Oh, fiel balda del baño, tan discreta, que me soportas reciamente ignorando con elegancia mis excesos...". Bueno, ahora no se me ocurre. Pero lo tengo en mente...
HOla!! Mi nombre es Amerit y soy de México. Aquí sólo venden los Khol fabricados en lote, que yo sepa... y me encantaría poder probar los productos que mencionan de Taj Sultana... De casualidad sabrán cómo los puedo conseguir? Gracias!!!
ResponderEliminarhola soy Alejandra de Nueva York. Quisiera saber si el kohl lo venden aqui en las tiendas arabes o solo se vende en espana? Espero su respuesta gracias. :)
ResponderEliminarhola alguien sabe ke controles pasan estos productos de sanidad
ResponderEliminarYa no funciona la página de taj sultana? Sale una página de depilación de hombres en chino :S
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