Compritas del sábado
Últimamente mis semanas son cada vez más intensas... y mis sábados más relajados.
Las mañanas de sábado las suelo disfrutar en las librerías de mi barrio o las del centro de mi ciudad, que no son para tirar cohetes pero están bien, sobre todo si te acompaña alguna amiguilla y os pasais las horas raja que te raja sobre Chesterton o el nuevo best seller del otoño.
Pero esta mañana no tenía plan con nadie así que me he ido solita al Mercadona que está cerca de Los Arcos. De mi casa a ese centro comercial hay un señor cuarto de hora andando, y lo he gozado de punta a cabo porque el día no podía ser más bonito: cielo azul, música de Pajaro Sunrise sonando en mis orejas...
En realidad lo que quería era ver con mis ojitos los nuevos jumbos (sombras de ojos en lápiz) de Deliplús, que sí estaban: he repetido con el verde, un verde musgo con reflejos dorado que me enamoró allá por primavera.
Me he comprado también la famosa base para pestañas de Deliplús. Una pasta blanca encerrada en un tubo blanco también, con un goubillón propio de rímel, de los grandecitos que a mí me agobian tanto, pero como el producto es blanco no me manchará todo el ojo. Es la quinta maravilla del mundo beuty. De verdad, son tres euros aprovechados a conciencia. Espesa las pestañas y las curva, las alarga un poco... para una mujer como yo, a la que el rímel le fastidia muchísimo, es la Solución: esta prebase + un poco de vaselina = pestañas naturales y bonitas sin manchurrones.
En total, las compras en el Mercadona de hoy me han salido por seis euros, lo que no está nada mal. De vuelta a casa me he detenido en Los Arcos, porque creía recordar que dentro había un Claire´s. Esta tienda me horroriza, está llena de bisutería de plástico turquesa y botas forradas de peluche, es el colmo del Kistch. Pero había oído que también vendían unos brillos labiales con sabor a fanta de naranja y eso no podía perdérmelo. Así que entro en el antro de la purpurina y directamente le pregunto a una de las chicas más cercanas (para no morir aplastada por el omnipresente color rosa), si vendían barritas de labios de fanta de naranja. Me pongo roja temiéndome lo peor, pero ella me conduce a una vitrina giratoria... y allí están. No puedo creerlo, ¡¡¡son Lip Smackers!!!
Unos bálsamos buenísimos que hasta ahora sólo se vendían en América. Respiro aliviada: a estas alturas de la película un gloss es sólo un capricho, pero un bálsamo de labios, sea cual sea su olor o sabor, siempre será una necesidad. Me he llevado dos, el de fanta de naranja y el de Coca Cola.
Las mañanas de sábado las suelo disfrutar en las librerías de mi barrio o las del centro de mi ciudad, que no son para tirar cohetes pero están bien, sobre todo si te acompaña alguna amiguilla y os pasais las horas raja que te raja sobre Chesterton o el nuevo best seller del otoño.
Pero esta mañana no tenía plan con nadie así que me he ido solita al Mercadona que está cerca de Los Arcos. De mi casa a ese centro comercial hay un señor cuarto de hora andando, y lo he gozado de punta a cabo porque el día no podía ser más bonito: cielo azul, música de Pajaro Sunrise sonando en mis orejas...
En realidad lo que quería era ver con mis ojitos los nuevos jumbos (sombras de ojos en lápiz) de Deliplús, que sí estaban: he repetido con el verde, un verde musgo con reflejos dorado que me enamoró allá por primavera.
Me he comprado también la famosa base para pestañas de Deliplús. Una pasta blanca encerrada en un tubo blanco también, con un goubillón propio de rímel, de los grandecitos que a mí me agobian tanto, pero como el producto es blanco no me manchará todo el ojo. Es la quinta maravilla del mundo beuty. De verdad, son tres euros aprovechados a conciencia. Espesa las pestañas y las curva, las alarga un poco... para una mujer como yo, a la que el rímel le fastidia muchísimo, es la Solución: esta prebase + un poco de vaselina = pestañas naturales y bonitas sin manchurrones.
En total, las compras en el Mercadona de hoy me han salido por seis euros, lo que no está nada mal. De vuelta a casa me he detenido en Los Arcos, porque creía recordar que dentro había un Claire´s. Esta tienda me horroriza, está llena de bisutería de plástico turquesa y botas forradas de peluche, es el colmo del Kistch. Pero había oído que también vendían unos brillos labiales con sabor a fanta de naranja y eso no podía perdérmelo. Así que entro en el antro de la purpurina y directamente le pregunto a una de las chicas más cercanas (para no morir aplastada por el omnipresente color rosa), si vendían barritas de labios de fanta de naranja. Me pongo roja temiéndome lo peor, pero ella me conduce a una vitrina giratoria... y allí están. No puedo creerlo, ¡¡¡son Lip Smackers!!!
Unos bálsamos buenísimos que hasta ahora sólo se vendían en América. Respiro aliviada: a estas alturas de la película un gloss es sólo un capricho, pero un bálsamo de labios, sea cual sea su olor o sabor, siempre será una necesidad. Me he llevado dos, el de fanta de naranja y el de Coca Cola.
Que bueno que lo encontraras,realmente este balsamo cuida tus labios ya que los mios se seca y se cuartean muy amenudo y el precio de cuanto es? besitos muacksss
ResponderEliminarTres euros y medio, y son muuuuy hidratantes.
ResponderEliminar¡Gracias por comentar!
hola! que tal? acabo de descubrir tu blog y me parece muy interesante y divertido asique me hago seguidora! un besito =)
ResponderEliminarMaldigo mi suerte por haber topado con tu blog, tan adictivo como peligroso (Mantra actual: No necesito las sombras Cordura de Nars, no las necesito, NO...)
ResponderEliminarEspero ansiosamente tu post sobre Lush.
Un saludo.
Arg... me ha caducado por poco uso el aceite de rosa mosqueta y, como tengo un par de chorradas pendientes pero no las suficientes como para justificar un pedido por la web (que además, no te deja disfrutar del "chusmeo" del mostrador de potingues...) así que tendré que ir de visita a este antro de perdición (menos mal que barata!!!).
ResponderEliminarPor cierto, releyendo sobre tus nuevos hábitos de limpieza facial, me he acordado de una especie de trapito para limpiarse de Kanebo que no era muy caro, unos 11 euros en Sephora y que se lavaba con jabón neutro. No sé si podría ser una alternativa a tus toallitas.
Besos y gracias por el paseo y el descubrimiento de la música y los bálsamos. Me uno a la petición de un post de Lush ¡YA!
Carmen